La lecitina puede contribuir a una mejora eficaz de los productos cosméticos. Las propiedades de los fosfolípidos para la formación de membranas permiten un proceso rentable para la síntesis de liposomas. A través de la síntesis de lípidos pueden formarse grandes cantidades de agua entre las capas lipídicas. Por tanto, un producto refinado con ella puede servir como un excelente hidratante para la piel.
Los fosfolípidos son absorbidos por la piel y las superficies del cabello y producen una sensación agradable y libre de grasa. En parte también se debe a que la piel humana, por sí misma, está formada por fosfolípidos. Otra ventaja: Los fosfolípidos se obtienen de fuentes renovables y, por tanto, contribuyen significativamente a la sostenibilidad.
Como suavizante en los cosméticos para el cabello, la lecitina aporta al cabello y al cuero cabelludo elasticidad, suavidad y flexibilidad.
La lecitina mantiene la suavidad y elasticidad de las uñas de las manos y los pies de un modo biológico. En los pintalabios, la lecitina, empleada como plastificante, garantiza una sensación agradable para la piel.
La lecitina también se usa en baños de espuma, detergentes cosméticos e incluso en productos de limpieza para la piel de los bebés. En estos casos, proporciona a la piel una sensación agradable y delicada.
Las preparaciones liposomales garantizan un efecto de gran profundidad en cremas, lociones, aceites corporales, pintalabios y productos de protección solar. Su suave efecto no solo se deja sentir en la epidermis, sino también en capas más profundas de la piel.